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En consonancia con las sanciones impuestas por Canadá y Reino Unido, Estados Unidos impuso una ronda estricta de sanciones contra casi medio centenar de altos funcionarios y empresas clave de los sectores de defensa, agricultura y energía. Por su parte, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en el contexto de las tensiones con Occidente y el descontento interno hacia su figura, insinuó que podría dejar su cargo «muy pronto».

En un intento de ejercer más presión sobre el presidente Alexander Lukashenko, Estados Unidos anunció el lunes las sanciones más duras jamás impuestas a la economía bielorrusa.

El Departamento del Tesoro estadounidense sancionó a un total de 44 empresas, entre ellas a una de las mayores compañías de fertilizantes del mundo, la poderosa Belaruskalia, y también lo hizo al Comité Olímpico Nacional bielorruso y a empresas de construcción y tabaco.

A propósito del aniversario de las protestas antigubernamentales de 2020 contra Lukashenko, en el poder desde 1994 y acusado de cometer fraude en los comicios del año pasado, las sanciones de Washington se enmarcan en la defensa de «la democracia» y los «derechos humanos».

«Los actos del régimen de Lukashenko constituyen un intento ilegítimo de retener el poder a cualquier precio», denunció el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un comunicado. 

Biden también firmó una orden ejecutiva que autoriza la aplicación de futuras restricciones a quienes operen en sectores estratégicos de la economía bielorrusa, como la defensa, la seguridad, la energía, la producción de potasa, el tabaco, la construcción o el transporte, según informó la Casa Blanca.

Sanciones contra la corrupción y la coherción de libertades en Belarús

Las alegaciones de Washington para justificar las duras sanciones a las empresas van desde el posible papel que algunas desempeñaron en la represión de las protestas de hace un año hasta el lavado de dinero, la corrupción o la ilegalidad en su funcionamiento.

Con las sanciones impuestas al consorcio estatal Belaruskalia, que es un importante rubro de exportación del país europeo, así como su principal fuente de ingresos en dólares estadounidenses, y a las demás empresas, ninguna de ellas podrá, de ahora en adelante, negociar con personas o empresas bajo jurisdicción estadounidense.

La Casa Blanca también sancionó a varios empresarios que apoyan al Gobierno de Lukashenko, entre ellos el oligarca del petróleo Mikalai Varabei y el del tabaco Aliaksey Aleksin.

Parte de las sanciones son una reacción al desvío en mayo de un avión civil de Ryanair a la ciudad de Minsk para detener a dos de sus pasajeros: el periodista independiente de la oposición Roman Protasevich y su pareja.

We strongly condemn the Lukashenka regime’s brazen and shocking act to divert a commercial flight and arrest a journalist. We demand an international investigation and are coordinating with our partners on next steps. The United States stands with the people of Belarus.— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) May 23, 2021

Las sanciones continuarán hasta que sean liberados «todos los presos políticos», cese la «persecución de activistas y disidentes» y se inicie un «diálogo político exhaustivo» que desemboque en unas elecciones «libres y justas», dijo la Casa Blanca.

Las sanciones se suman a las impuestas por Reino Unido y Canadá

Mientras tanto, las sanciones se ajustan a las impuestas por el Reino Unido y Canadá.

Por parte de Canadá, se impusieron restricciones a algunos de los sectores clave de la economía bielorrusa y se limitó el acceso de las empresas estatales a los mercados financieros internacionales.

«El régimen bielorruso demostró su flagrante menosprecio» hacia los derechos humanos y que desde entonces, Canadá junto con sus socios internacionales, ha estado aplicando presión «sobre aquellos responsables de las violaciones de derechos humanos», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Marc Garneau, según apunta la agencia EFE.

Las sanciones de la parte británica son también comerciales, financieras al igual que de aviación. En concreto, están dirigidas a prohibir los vuelos y aterrizajes de las compañías aéreas bielorrusas en el Reino Unido.

En el marco de las sanciones, Lukashenko insinúa su dimisión

Ante el acorralamiento de Occidente, Lukashenko, durante una rueda de prensa, dio a entender que dejará el cargo «muy pronto», aunque no especificó cuándo ni si seguirá ejerciendo funciones en el Gobierno.

«No hay que especular sobre cuándo se irá Lukashenko y demás. Muy pronto», dijo el mandatario.

El presidente bielorruso Alexander Lukashenko señala mientras habla durante una conferencia de prensa anual en Minsk, Bielorrusia, el lunes 9 de agosto de 2021.
El presidente bielorruso Alexander Lukashenko señala mientras habla durante una conferencia de prensa anual en Minsk, Bielorrusia, el lunes 9 de agosto de 2021. © Andrei Stasevich – AP

Un año después de su victoria electoral, en la que fue reelegido con más del 80% de los votos -cómputo que tanto la oposición como Occidente rechazan- el presidente señaló que cuenta con un pueblo fiel y educado que defiende la soberanía y los intereses nacionales.

Lukashenko también resaltó que, de haber elecciones presidenciales, no se presentará a ellas y no «promoverá» a ningún sucesor. «A quien elija el pueblo bielorruso, será presidente. Eso es así», afirmó.

En cuanto a la polémica Constitución que rige el país, el presidente dijo que habrá una reforma tras reconocer que la actual Carta Magna es «autoritaria».

«Habrá un nuevo presidente. Eso está claro. Pero no se puede traspasar esta Constitución, que realmente es autoritaria, al presidente que venga. Y es que no se sabe quién será y cómo se comportará», señaló.

También admitió que fue él quien ordenó reprimir «sin disparar» las protestas antigubernamentales que estallaron tras las elecciones de 2020, aunque negó las denuncias de tortura a miles de detenidos.

«En mi país no hubo ni habrá ninguna represión (…), nunca cruzaré esa línea», afirmó.

En cuanto a las nuevas sanciones, Lukashenko calificó a las autoridades británicas de «lacayos» de Estados Unidos.

«¿Quién introducirá sanciones económicas hoy? ¿Reino Unido? No, conocemos a Reino Unido desde hace 1.000 años y no queremos saberlo. Secuaces estadounidenses» dijo el presidente.

«Se arriesgan a comenzar la Tercera Guerra Mundial ¿Es eso a lo que están tratando de empujarnos a nosotros y a los rusos?», apuntó.

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