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Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero, por detrás de China, acogerá una cumbre virtual sobre el cambio climático los días 22 y 23 de abril. Washington ha instado a los líderes mundiales a que aprovechen el evento para prometer recortes de emisiones más ambiciosos. Entre los invitados se destacan los mandatarios Xi Jinping de China y Vladimir Putin de Rusia, mientras desde Europa participarán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, Emmanuel Macron.

Estados Unidos está listo para retomar el liderazgo contra el calentamiento global. El país acogerá una cumbre virtual sobre el clima los días 22 y 23 de abril, donde el presidente Joe Biden pretende demostrar que su nación está en posición de liderar el tema ambiental a nivel mundial.

El evento coincide con el Día de la Tierra, pero también llega ocho meses antes de las próximas grandes conversaciones de la ONU, conocidas como COP26, que tendrán lugar a finales de este año en Glasgow. Los propios organizadores de esta conferencia subrayaron la importancia del evento del jueves, en su cuenta de Twitter: «La Cumbre sobre el clima organizada por Estados Unidos en el #DíaDelaTierra reunirá a los líderes mundiales para que se comprometan a tomar medidas urgentes contra el cambio climático. La Cumbre será un acontecimiento clave en el camino hacia la #COP26».

A esa reunión asistirán cuarenta líderes mundiales, pero la mayor atención se centrará en el propio Biden. En efecto, el presidente estadounidense, desde su campaña, se ha mostrado dispuesto a alejarse de la política exterior de su antecesor Donald Trump. Así, una de sus primeras medidas al llegar a la Casa Blanca, fue firmar una orden ejecutiva que regresó oficialmente Estados Unidos al Acuerdo de Paris, el pacto climático mundial más importante hasta la fecha.

Pero este jueves, el mandatario deberá demostrar que su compromiso ambiental conlleva objetivos concretos. «La implicación de Estados Unidos tras unos años fuera de la mesa del clima es algo que la gente observará para asegurarse de que son serios y están comprometidos”, recalcó así Justin Trudeau, el primer ministro de Canadá, el viernes pasado. “Pero no hay duda de que necesitamos que un país de la talla de Estados Unidos sea parte de la solución y no del problema si queremos salir adelante como planeta», agregó sin embargo.

Estados Unidos tiene que mostrar el ejemplo, según Naciones Unidas

En el mismo sentido, el secretario general de las Naciones Unidas declaró la semana pasada que las promesas de la Casa Blanca durante esa cumbre debían poner el listón muy alto. Antonio Guterres quiere así que Estados Unidos se comprometa a reducir al menos a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Dicha medida podría, según él, desencadenar una acción similar por parte de los demás grandes emisores del mundo.

Además, dado que el cambio climático ya está empeorando las olas de calor, reforzando los huracanes y los incendios forestales, Guterres calificó la cumbre de esta semana como un momento «decisivo» para la acción climática.

Y es precisamente por ese aumento de las temperaturas globales que el objetivo de la cumbre es animar a los países a que asuman compromisos más firmes en las emisiones de gases de efecto invernadero, y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, según un comunicado de la Casa Blanca.

Después del paso de un huracán, miembros de una familia rezan este domingo por sus seres queridos que murieron en las recientes inundaciones en el pueblo de Lamanele, donde más de 200 personas perdieron la vida en de los deslizamientos de tierra que arrasaron las islas de Nusa Tenggara Oriental.
Después del paso de un huracán, miembros de una familia rezan este domingo por sus seres queridos que murieron en las recientes inundaciones en el pueblo de Lamanele, donde más de 200 personas perdieron la vida en de los deslizamientos de tierra que arrasaron las islas de Nusa Tenggara Oriental. © Azwar Ipank / AFP

Pero entre los mandatarios invitados, ¿de quién se puede esperar promesas fructíferas? El anfitrión Joe Biden ya se ha comprometido a trabajar para que Estados Unidos sea neutro en carbono, es decir que la cantidad de carbono eliminada de la atmósfera sea igual o superior a la emitida, para 2050.

Por otra parte, sentados (virtualmente) a las mesas de negociación, estarán los líderes de los países más emisores del mundo. Se puede mencionar por ejemplo al presidente chino Xi Jinping, a representantes de la Unión Europea, al primer ministro indio Narendra Modi, así como al presidente ruso Vladimir Putin.

Éste último, declaró justamente este miércoles que las emisiones de gases de efecto invernadero de Rusia deberían ser menores que las de la Unión Europea en los próximos 30 años: «Se trata de una tarea difícil debido al tamaño de nuestro país, a las particularidades de su geografía, a su clima y su estructura económica. Pero estoy absolutamente seguro de que tal objetivo -dado nuestro potencial científico y tecnológico- es totalmente alcanzable».

China y Estados Unidos, de la mano por el planeta

En la lista de las potencias responsables de buena parte de las emisiones contaminantes, no se puede omitir a China. Como fuente de algo más de una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, la voz del gigante asiático tiene mucho peso. Su líder, Xi Jinping, asistirá a la cumbre a través de un vídeo y pronunciará un discurso «importante», afirmó Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, en un comunicado el miércoles.

El año pasado, Xi Jinping anunció que China tiene como objetivo la neutralidad de carbono para 2060. Beijing también se comprometió a que las fuentes de energía renovable representen el 25% de su consumo energético total para 2030.

Por otra parte, la semana pasada, el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, se encontraba en China, en un acercamiento que abre una esperanza de que las dos partes puedan unir esfuerzos en esa dirección. Pese a las tensas relaciones, este encuentro deja entrever que las dos potencias han recobrado un interés común en la lucha contra el cambio climático. Algo que promueve el secretario general de las Naciones Unidas en su cuenta de Twitter: «Me anima que China y EE.UU. se hayan comprometido a trabajar juntos para hacer frente a la crisis climática en el camino hacia la #COP26 y más allá. La cooperación entre ambos países fue vital para asegurar el #AcuerdoDeParís y sigue siendo vital hoy en día para cumplir su promesa».

En lo que respecta a la Unión Europea, los avances son prometedores. Este miércoles, el bloque, tercer mayor emisor del mundo, llegó a un acuerdo sobre una histórica ley de cambio climático que sitúa los nuevos y más estrictos objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero en el centro de todas sus políticas. Esta ley incluye un objetivo de reducción de las emisiones netas en toda la UE al menos en un 55% para 2030.

Finalmente, India se comprometió a que las fuentes de energía renovable representarán el 40% de su generación total de electricidad para 2030, y a aumentar considerablemente su cobertura forestal.

Joe Biden también invitó a los líderes de algunos países que ya están sintiendo los efectos del cambio climático y podrían sufrir las peores consecuencias, como Bangladesh, Jamaica y Kenia. Y al final, todos los que han demostrado disposición e interés para buscar soluciones que lo minimicen con la urgencia que se requiere serán bienvenidos a esa cumbre, pues finalmente este es un desafío global Norte – Sur.

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