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Según el nuevo informe ‘Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 elaborado por la ONG Reporteros Sin Fronteras, América Latina sufrió un especial retroceso en torno a la libertad de prensa, una situación que se vio agravada por la pandemia de Covid-19.
El documento, que evalúa cada año la situación de la libertad de prensa en 180 países y territorios del mundo, revela que el periodismo está afrontando impedimentos en 73 naciones y obstáculos en otros 59 países, lo que en conjunto supone el 73 % de los territorios evaluados.
De ese porcentaje, a excepción de Costa Rica (5) y Jamaica (7), varios pertenecen a América Latina y representan problemas para el desarrollo del ejercicio del periodismo libre debido a diversos factores.
“El periodismo es la mejor vacuna contra la desinformación (…) Por desgracia, su producción y distribución se ven bloqueadas con demasiada frecuencia por factores políticos, económicos y tecnológicos, y, en ocasiones, incluso culturales. Ante la viralidad de una desinformación que sobrepasa fronteras, a través de plataformas digitales y redes sociales, el periodismo es el principal garante del debate público basado en una diversidad de hechos establecidos”, dijo Christophe Deloire, secretario general de RSF, en el informe.
De acuerdo con el estudio, Brasil, Venezuela y El Salvador se clasifican como las naciones donde los periodistas más denuncian bloqueos o dificultades para acceder a la información oficial.
El Salvador, donde de acuerdo con el informe “los periodistas tienen muchas dificultades para obtener información oficial sobre la gestión de la epidemia”, bajó ocho posiciones hasta caer al puesto 82.
No obstante, una de las mayores preocupaciones para RSF se presenta en Brasil. Allí, además de las dificultades para acceder a la información oficial, los periodistas deben lidiar con el comportamiento del presidente Jair Bolsonaro.
Este panorama ha llevado a la nación más grande de Sudamérica a perder cuatro posiciones respecto al informe de 2020 y ubicarse actualmente en el puesto 111, situado en una zona roja (de acuerdo con la clasificación de RSF) o en el grupo de países donde peor es la situación para los periodistas.
«El contexto tóxico en el que trabajan los profesionales de los medios brasileños, desde la llegada al poder de Bolsonaro en 2018, explica en gran parte esta degradación», señala el informe.
Adicionalmente, la investigación advierte la actuación de Jair Bolsonaro y del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quienes responsabiliza de la difusión de informaciones falsas, como el caso de la promoción de tratamientos contra el Covid-19 sin contar con un sustento científico.
«Varios jefes de Estado, como Maduro en Venezuela o Bolsonaro en Brasil, han propagado falsas informaciones, incluido sobre el Covid-19, o han acusado a periodistas de propagar falsas informaciones», dijo Deloire.
En Venezuela, país que se ubica en el puesto 148 del ranking en 2021, el informe se presenta días después de que el Tribunal Supremo de Justicia emitió un falló en el que obliga al diario ‘El Nacional’ a pagar una indemnización contra el diputado Diosdado Cabello de 13,6 millones de dólares por una denuncia de difamación interpuesta en el año 2015.
Y Cuba es la peor nación latinoamericana dentro del ranking al ubicarse en el puesto 171, una posición considerada como ‘muy grave’ dentro de la clasificación que analiza la organización.
Adicionalmente, el informe revela la preocupación que existe en países como Chile (54), donde, entre otras cosas, denuncia «espionaje a periodistas», Argentina (69) donde se muestra preocupación por los «cierres de medios y la creciente precarización laboral», Colombia (134) país en el que, de acuerdo con el informe, crece el acoso hacia los periodistas a través de Internet o México (143), donde además de la violencia en contra de los profesionales, existe una estigmatización de la prensa «desde el discurso público».
Costa Rica y Jamaica, países de respeto por la prensa
Caso aparte merecen Costa Rica (5) y Jamaica (7) en el estudio presentado por Reporteros Sin Fronteras.
En el caso de la nación centroamericana, que se ha mantenido entre los primeros 10 del mundo con un ascenso entre 2019 y 2021, la ONG destaca que el “Estado no suele interferir en la labor de los periodistas” y califica la situación de particular al estar ubicada en una “región corroída por la corrupción, la inseguridad y la violencia cotidiana contra la prensa”.
Por su parte, Jamaica es otro caso positivo. La nación caribeña ha sumado esfuerzos para mantenerse entre las principales 10 naciones que respetan la labor y libertad de prensa.
No obstante, a pesar que la nación no registra ningún acto grave en contra de los profesionales de la comunicación en la última década, RSF se mantiene vigilante debido a que en el inicio de la pandemia las restricciones impuestas por el primer ministro, Andrew Holness, afectaron la labor de los periodistas al impedir la movilización de muchos profesionales de la comunicación.
Asimismo, en 2019, el jefe de Gobierno sumó críticas al sugerir que “los periodistas no tenían que ceñirse a los hechos ni a la verdad y que una prensa libre les permitía tomar la posición que les convenía”. Reacciones que fueron vistas por la Asociación de Prensa de Jamaica (PAJ por sus siglas en inglés) como una “representación preocupante y distorsionada del trabajo de la prensa”.