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El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, confirmó este lunes que son ocho los militares venezolanos que han muerto en combate en la frontera con Colombia. Los enfrentamientos entre las fuerzas militares venezolanas y grupos ilegales armados llevan dos semanas en activo en la zona fronteriza de Apure, Venezuela. Hasta el momento, el Gobierno de Maduro solo había confirmado cuatro bajas entre sus filas y la «neutralización» de nueve «terroristas».
Tras dos semanas de intensos enfrentamientos en el estado de Apure las bajas empiezan a aumentar. Este lunes, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino, aumentó a ocho el número de combatientes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) muertos durante los enfrentamientos con grupos armados en el estado de Apure, fronterizo con Colombia.
El conflicto se encendió hace más de 15 días y, aunque la información al respecto todavía es fragmentada, en este se enfrentaría las fuerzas militares venezolanas contra disidencias de las FARC y narcotraficantes. Así lo confirmó el Ministerio de Defensa de Venezuela, que dijo a través de un comunicado que han destruido nueve campamentos de grupos irregulares, desactivado seis artefactos explosivos y «neutralizado» a nueve «terroristas» desde el inicio de los ataques.
Ahora, según Padrino, las bajas entre las filas venezolanas han aumentado de cuatro a ocho.
“Hasta el presente se han dado nueve bajas de estos grupos terroristas y, lamentablemente, hemos sufrido la pérdida de ocho compañeros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)», dijo el político al frente de la cartera de Defensa en una comparecencia pública acerca de los combates, que comenzaron el pasado 21 de marzo en Apure.
El conflicto, que ha provocado el desplazamiento de cerca de 5.000 personas hasta el momento, todavía no tiene unos protagonistas claros. No obstante, algunas imágenes difundidas por las FANB muestran uniformes con los logos y las siglas de las FARC, un grupo guerrillero desmovilizado que, sin embargo, tiene disidencias que todavía operan.
De momento, Venezuela y Colombia se culpan mutuamente por lo sucedido. El Ejecutivo de Maduro tacha al de su par colombiano, Iván Duque, por «liberar» a los grupos irregulares en la región para causar inestabilidad y «no controlarlos».
“Allá, de aquel lado cero, ausencias, no hay nada, no hay absolutamente nada. Escuché de la prensa colombiana que estaban activando a siete mil soldados hacía ese sector (…) todavía estamos esperando verlos”, dijo el ministro de Defensa durante la rueda de prensa de este 5 de abril.
Además, el presidente Nicolás Maduro dijo que los bandidos colombianos están usando minas antipersona contra las FANB, artefactos que ya han impactado contra varios vehículos blindados de los militares venezolanos. Por ello, el presidente socialista pidió ayuda el domingo a las Naciones Unidas para desactivar las bombas en suelo venezolano.
Aunque, según el Gobierno bolivariano, se está intentando neutralizar los artefactos por todos los medios. Padrino aseguró que se han «desactivado 16 dispositivos explosivos» en las cercanías de la población de La Victoria, en Apure, epicentro del conflicto.
Venezuela fue declarada país libre de minas antipersonales, después de cumplir con las exigencias del Tratado de Ottawa, pero la confrontación en el territorio de Apure está generando dudas sobre esta condición.
Del otro lado de la frontera, en Colombia, la Procuraduría colombiana coincidió con el juicio sobre la presencia de las disidencias de las FARC y el ELN -otro grupo guerrillero- en la zona, que decidieron no adherirse a los Acuerdos de Paz de 2016. No obstante, hay serias dudas sobre la actuación de los militares venezolanos en la zona, ya que se han interpuesto varias denuncias contra ellos por abrir fuego contra los civiles de la zona.
Por el momento, las cifras del oficialismo de Caracas indican que han resultado heridos 34 miembros del Ejército y que 21 ya tienen el alta médica.
El plan del las FANB para combatir a los grupos irregulares
El Ejecutivo venezolano asegura estar dispuesto a ir con todo para acabar con el conflicto. Por orden de Maduro, se activará una zona de «defensa especial» en la región. También se mandará una división especial, la ‘Negro Primero’, con todos los equipamientos necesarios para el combate.
La atención se centrará en los municipios de Páez, Muñoz y Romulo Gallegos como zonas «calientes», donde se han desarrollado la mayoría de los enfrentamientos. Además, los militares tendrán libertad para realizar inspecciones o detener el tráfico tanto en zonas públicas como privadas si así lo consideran necesario.
Del mismo modo, impondrán «restricciones de horarios para funcionamiento de lugares», además de poner en marcha medidas de control de seguridad «para garantizar los servicios públicos y la paz ciudadana».
Con las relaciones entre Colombia y Venezuela completamente rotas -después de que la primera reconociera a Juan Guaidó como presidente del país- la cooperación entre ambos países es muy difícil.
Y los que lo tienen más complicado son los desplazados por el conflicto: alrededor de unas 5.000 personas ya han buscado refugio en la zona colombiana de Arauquita. Pero, la situación allí no es mucho mejor, ya que también hay una gran presencia de grupos irregulares armados.
El año pasado, la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) advirtió que en el departamento de Arauca había presencia del frente Décimo Martín Villa -ligado a las FARC-. Y, con la implicación de estos en el conflicto de Apure, algunos aseguran que lo que se está viviendo en la frontera con Venezuela es una «guerra».
A pesar de la creciente crisis humanitaria en la zona fronteriza, desde el Ministerio de Defensa venezolano se aseguró que tras más de dos semanas de enfrentamientos y un total 17 muertos, «la región está volviendo a la normalidad». No obstante, varias organizaciones humanitarias, que han tenido que suspender su actividad en la zona por los enfrentamientos, muestran preocupación al respecto.