Porque votar por mi en el PRM
El primer ministro de Bulgaria, Boyko Borissov, vota durante las elecciones generales, que renuevan el Parlamento, en Sofia, Bulgaria, el 4 de abril de 2021.
Según los sondeos, el partido conservador Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), del primer ministro búlgaro Boyko Borissov, ha salido victorioso en esta renovación del Parlamento. Si bien, ese 25% obtenido es inferior al que alcanzó hace cuatro años. Además, un aumento de sufragios a favor de otros partidos políticos antisistema y anticorrupción podría conllevarle problemas para mantenerse al mando. Sin una mayoría de Gobierno, este es el panorama.
El primer ministro de Bulgaria, Boyko Borissov, ha ganado unos comicios por quinta vez consecutiva y sin salir perjudicado de su gestión de la pandemia, la corrupción o el cansancio ciudadano. Pero no es un éxito rotundo, porque tendrá dificultades para mantenerse en el poder, luego de un aumento de los votos a favor de los partidos antisistema y anticorrupción que lo quieren fuera del Gobierno.
Tras las elecciones generales de este domingo 4 de abril para renovar el Parlamento, las encuestas señalan que su partido de centroderecha GERB ocupa el primer lugar en número de escaños. Sin embargo, lo logra con solo el 25% de los votos, una reducción significativa (siete puntos menos) con respecto al 33,5% que alcanzó en las pasadas elecciones de 2017.
El partido gobernante y conservador ha visto una fuga de respaldo a favor de la oposición. Detrás de él se ubica el Partido Socialista, con el 17,6%; en tercer lugar, el nuevo partido protesta Existe Tal Pueblo que, tras una campaña de mensaje populista contra la corrupción, alcanzó el 15% de los sufragios. También se pronostica que al menos otros cuatro movimientos políticos que rechazan a Borissov entren al legislativo.
En la retaguardia está el actual socio de coalición del Gobierno de GERB, el partido nacionalista VMRO, que probablemente logre cruzar el umbral del 4% para ingresar al legislativo, luego de una agresiva campaña de retórica anti-romaní, anti-LGBTI y anti-Macedonia del Norte.
De ser ratificados estos resultados, el partido del premier búlgaro alcanzaría los 68 escaños, 27 menos que los que tiene ahora, entre los 240 puestos en total de los que consta el Parlamento.
El primer ministro queda entonces con un difícil panorama para formar nuevo Gobierno. Se requiere de un mínimo de 121 asientos para obtener la mayoría absoluta y los analistas políticos prevén que tendrá dificultades para negociar el respaldo de otros socios políticos que le permitan mantenerse en el cargo.
Tras estar en el poder casi ininterrumpidamente durante una década, el partido GERB ha visto erosionar el respaldo ciudadano, por una serie de escándalos que lo acusan de proteger a la clase alta del país, lo que ha desatado protestas desde el año pasado.
Votos fragmentados, pero una oposición clara contra Borissov
No hay marcado un claro ganador que forme el nuevo gabinete. Se espera que hasta otros seis partidos obtengan escaños en el Parlamento. «Es la ausencia de una alternativa debido a la oposición fragmentada y poco convincente lo que explica la hegemonía de GERB», explicó el analista político, Antony Todorov.
Con los resultados conocidos hasta ahora, los socialistas obtendrían alrededor de 50 escaños; el grupo populista Existe Tal Pueblo cerca de 30 puestos; mientras que el partido de la minoría turca Movimiento por los Derechos y Libertades alcanzaría cerca de otras 30 posiciones.
La coalición de derecha Bulgaria Democrática, que ha emitido un discurso contra la corrupción y cuyo líder Hristo Ivanov alentó las protestas contra el actual Gobierno, terminaría con unos 13 lugares en el Parlamento.
Pese a la dispersión de votos, la gran mayoría de partidos políticos que entran al Parlamento mantienen un firme rechazo contra el premier búlgaro.
«Estamos viendo los contornos de una nueva Bulgaria, en la que Borissov puede seguir ganando elecciones con sus enormes recursos administrativos y financieros, pero no puede aferrarse al poder», dijo Ivanov.
El presidente Rumen Radev, crítico de Borissov y aliado de los socialistas, afirmó que Bulgaria necesita caras e ideas nuevas. «Estas elecciones serán el primer paso para el regreso a la normalidad, a las leyes y reglas», afirmó tras la votación del domingo.
Con esta opinión coinciden algunos ciudadanos. «Espero que los jóvenes entren en el Gobierno para lograr un cambio», señaló Stela Georgieva, de 78 años.
Corrupción, el principal juicio contra Borissov
El Gobierno de Borissov lideró un aumento del 36% en el salario mensual promedio, ha mantenido baja la deuda pública y ha asegurado un lobby para unirse a la moneda euro.
Pero su incapacidad para abordar la corrupción habitual en el país y reformar el poder judicial llevó a miles de manifestantes a las calles durante varios meses en 2020.
Los ciudadanos acusaron a su primer ministro de acercarse a los llamados oligarcas locales y canalizar la ayuda de la Unión Europea (UE) a empresas cercanas a su partido GERB, acusaciones que él rechaza.
Bulgaria es considerado el estado más corrupto de la UE, según Transparencia Internacional. Además, un informe reciente del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre derechos humanos destaca serios problemas con la independencia judicial y la libertad de prensa en la nación.