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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, calificó como inadmisible que “se abran las fronteras por discrepancias en política exterior”. Marruecos, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, afirmó que la crisis diplomática tiene su origen en la posición del país europeo respecto al Sáhara Occidental, y no en un tema migratorio o que el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, permanezca en un hospital de la localidad española de Logroño.
Días después de que las costas de Ceuta, una ciudad autónoma española situada en la península Tingitana, en la orilla africana del estrecho de Gibraltar, se vieran plenas de migrantes procedentes de Marruecos, las relaciones entre España y la nación africana han encontrado su punto más bajo.
Pedro Sánchez, quien el 31 de mayo sostuvo un encuentro con su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, se pronunció sobre la situación y rechazó que un país abra sus fronteras por “discrepancias en política exterior”.
«Si lo que se está diciendo es que Marruecos ha utilizado la inmigración, el asalto de las fronteras españolas por más de 10.000 marroquíes en 48 horas, a mí me parece absolutamente inaceptable y por tanto rechazo esa declaración», aseguró Sánchez.
Por otro lado, el jefe de Gobierno de España recordó a Marruecos que “no tiene ni mejor ni mayor aliado en la UE que España (…) Un interlocutor imprescindible y privilegiado con Europa”.
Los migrantes en Ceuta, entre quienes se contabilizan unos 2.000 menores de edad, además de provocar una tensión fronteriza obligaron a las autoridades a enviar asistencia humanitaria para atender a los migrantes.
Sánchez, en su declaración, no ve de buena manera la actitud de Rabat, especialmente cuando “España concibe su relación con Marruecos desde un punto de vista estratégico», agregó.
“La necesaria relación bilateral se debe cimentar sobre el respeto y la confianza, y el respeto y la confianza no se construyen si lo que se está diciendo es que por una desavenencia no se respetan las fronteras”, dijo Sánchez.
Marruecos, la crisis diplomática no responde a la «migración ni a un hombre»
Ante las declaraciones de Sánchez, Marruecos ha respondido con un comunicado en el que descarta que la tensa situación bilateral responda a la crisis migratoria y mucho menos a la presencia en territorio español de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, quien es atendido en una localidad de Logroño tras contraer el virus Covid-19.
«Ninguna de las últimas declaraciones de responsables diplomáticos marroquíes evocan, de ningún modo, la cuestión migratoria (…) Nos preguntamos si el señor presidente del Gobierno español ha leído las distintas declaraciones sobre esta crisis y en particular la de hoy».
Para medios españoles como ‘El País’, la postura de Rabat aclaró un particular que, hasta el 31 de mayo, no estaba muy preciso: “la crisis no está limitada al asunto con un hombre. No comienza con su llegada ni terminará con su partida”.
La crisis diplomática entre Madrid y Rabat tiene su base en un asunto de fondo con controversias históricas, el derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental.
El Gobierno de Marruecos, que reclama el territorio como suyo, acusa a Madrid de actuar de forma fraudulenta, oculta y de confianza rota en la posición de España respecto al espacio.
Marruecos, en el comunicado, especifica que espera de Madrid «una aclaración sin ambigüedades de sus elecciones, sus decisiones y sus posiciones» sobre la cuestión del Sáhara. Por ello pide a España tratar el tema con la misma manera que las autoridades marroquíes han manejado el tema de Cataluña: sin optar por la neutralidad y poniéndose del lado de la integridad del vecino.
“No podemos luchar contra el separatismo en casa y fomentarlo en casa del vecino (…) Durante la crisis catalana, Marruecos no optó por la neutralidad y fue uno de los primeros en ponerse del lado de la integridad territorial y la unidad nacional de su vecino del norte, de forma clara y contundente”, expresa el comunicado.
No obstante, medios españoles como ‘El País’ señalan que Marruecos ha obviado que, a diferencia de Cataluña, el Sáhara Occidental está incluido por la ONU, desde 1963, en la lista de territorios no autónomos.
El comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores marroquí el 31 de mayo, se difundió un día antes de que el líder del Frente Polisario, Brahim Gali, se presente ante la Audiencia Nacional para comparecer por dos causas diferentes abiertas por el juez Santiago Pedraz.
¿Qué es el Sáhara occidental y su importancia para Marruecos?
El Sáhara Occidental es el nombre de un territorio en disputa que corresponde a la antigua provincia española del Sáhara Español. Este espacio, ubicado en la región del norte de África situada en el extremo occidental del desierto del Sáhara a orillas del océano Atlántico, fue ocupado por España y abandonado por esta en 1976, cuando fue ocupado por Marruecos y Mauritania.
No obstante, en 1979 Mauritania se retiró del espacio dando pie a una anexión completa de Marruecos. No obstante, ningún Estado reconoce la marroquinidad del Sáhara con excepción de Estados Unidos, quien bajo el mando de Donald Trump lo hizo a finales de 2020 bajo una condición de que Marruecos e Israel establecieran relaciones.
De acuerdo con el diario ‘El País’, esta decisión sería el motivo del cambio de posición de Marruecos sobre el territorio y presiona para que otras potencias, incluyendo la Unión Europea, tomen la misma iniciativa.
Entre 1975 y 1991, el Sáhara Occidental fue espacio de una guerra entre el Frente Polisario y las fuerzas armadas de Marruecos y Mauritania para la descolonización y la independencia de la antigua colonia española.
Para Marruecos, sumar 266.000 kilómetros cuadrados, le permitirá acceder a una inhóspita tierra en la que solamente vive algo más de medio millón de personas, pero que cuenta con grandes reservas de fosfato y uno de los bancos pesqueros más ricos del mundo.