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En Francia, aproximadamente 160 manifestaciones se llevaron a cabo este domingo 9 de mayo con la intención de lograr que el Gobierno se comprometa a realizar acciones sustantivas para combatir el cambio climático. Los manifestantes quieren evitar que el Senado rechace un proyecto de ley que consagrara un compromiso con la «protección ambiental y la diversidad biológica» en su Constitución.
Miles de franceses salieron a las calles de varias ciudades del país este domingo 9 de mayo en medio de un ambiente festivo para reclamarle al Gobierno de Emmanuel Macron más acciones en defensa del clima y en contra del calentamiento global.
«Nuestro mensaje es mostrarle a los ciudadanos la falta de ambición para combatir el cambio climático, mostrar que, cuanto más nos movilicemos, más nos escuchará el Gobierno», justificava el joven Yohan Garnier, uno de los manifestantes en París.
Las marchas llegan un día después de que la Asamblea Nacional aprobara un paquete de medidas contra el calentamiento global que dista mucho de satisfacer a las organizaciones ambientalistas, quienes las consideran insuficientes.
Además, recoge pocas de las propuestas ideadas por un organismo ciudadano integrado por 150 civiles creado por el mismo Macron con el objetivo de mejorar la legislación climática y hasta declarar en la Constitución francesa la garantía de «la protección del medio ambiente y la diversidad biológica».
El referendo sobre la protección climática en la Constitución, encallado
Precisamente, Macron había prometido un referendo para incluir esta protección del medio ambiente en la Constitución. La Asamblea Nacional, donde tiene mayoría, votó a favor de la revisión. No obstante, la propuesta sigue encallada en el Senado, donde los republicanos de derecha tienen más peso y argumentan estar preocupados porque el cambio climático tenga mayor cabida en la agenda política sobre otros principios constitucionales
De hecho, sus oponentes políticos, parecen haber condenado su propuesta. Julien Bayou, jefe del Partido Verde, dijo que Macron «como de costumbre hizo una promesa que no pudo cumplir».
Por otro lado, Bruno Retailleau, senador de centroderecha, dijo que Macron era culpable de «hipocresía» y dijo que el presidente «nos acusa de obstrucción para justificar la cancelación de un referéndum que nunca quiso».
Sin embargo, Gabriel Attal, portavoz del Gobierno de Macron, declaró al canal France 3 que su Administración se mantiene firme: «queremos que el referendo tenga lugar. Es el compromiso del presidente». Además, Attal insistió en la voluntad del Gobierno de mantener la consulta, a pesar de que «el Senado busca probablemente enterrarlo».
Cabe recalcar que el último referendo celebrado en Francia fue en 2005, durante el Gobierno de Jacques Chirac, cuando se pidió el respaldo a la creación de una Constitución europea, pero fue rechazada.
El compromiso de Francia: reducir los gases invernadero en un 40 % para 2030
Francia tiene el objetivo de reducir las emisiones de gases invernadero en un 40 % para el año 2030 respecto a los niveles de 1990, una cifra que los activistas medioambientales aseguran que no se aclanzará con el ritmo actual.
De hecho, el mismo Macron quería convencer al resto de la Unión Europea para que el compromiso fuera de una reducción del 55 % para 2030.
El presidente francés hizo de la lucha contra el cambio climático una de sus principales cartas durante su elección para el Elíseo y, en la escena internacional, busca erigirse como uno de los principales defensores del medio ambiente, especialmente durante la ausencia de Estados Unidos en el liderazgo de las conversaciones climáticas, bajo la presidencia de Donald Trump.
Sin embargo, los franceses reclaman en las calles que esas promesas y esa proyección internacional se conviertan en compromisos reales en las leyes del país.