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La Justicia analiza calificar estas organizaciones de «extremistas», lo que dejaría sus actividades por fuera de la ley y expone a los colaboradores del opositor ruso a penas de cárcel. El entorno del opositor Alexéi Navalny advirtió que el político seguirá «luchando» contra la «corrupción».
La noticia la dio a conocer el comando de Alexéi Navalny en Moscú a través de un mensaje por la red social encriptada Telegram este 26 de abril.
“No podemos trabajar en el formato antiguo», decía el texto. “Sería demasiado peligroso para nuestros empleados y partidarios».
A mediados de abril, la Justicia rusa pidió que las organizaciones ligadas al político fueran calificadas de «extremistas», lo que las prohibiría y expondría a sus miembros a fuertes penas de prisión.
En espera del fallo, un tribunal de Moscú suspendió formalmente toda actividad de la Fundación Anti-Corrupción (FBK) y su red regional, la organización del opositor encarcelado Navalny, según informó uno de sus abogados.
El término “extremista» tiene una larga acepción en la ley rusa que permite a las autoridades controlar organizaciones opositoras, grupos racistas o terroristas y hasta movimientos religiosos como los Testigos de Jehová.
La fundación (FBK) anunció en sus redes sociales que sus abogados tuvieron hoy acceso al expediente del caso.
Según la Justicia esas organizaciones buscan «desestabilizar la situación social y política» en Rusia «bajo eslóganes liberales».
“Los objetivos reales de sus actividades son crear las condiciones para un cambio de los fundamentos del orden institucional incluso hablando de “revolución de color”, (en referencia a movimientos políticos que han tenido lugar en otras exrepúblicas soviéticas”.
El entorno del opositor ha advertido, sin embargo, que Navalny seguirá «luchando» a título personal contra «la corrupción, el partido en el poder, Rusia Unido y el presidente Vladimir Putin».
«No será fácil luchar pero ganaremos porque somos muchos y muy fuertes».
El portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert denunció tras conocerse la noticia que “el uso de de instrumentos de lucha anti-terrorista en contra de opiniones políticamente indeseables” es incompatible “con los principios del Estado de derecho”.
Hostigamiento constante a la oposición
El Fondo Anticorrupción de Navalny (FBK) llevó a cabo su investigación más notable en enero, acusando a Vladimir Putin de ser el beneficiario de un opulento «palacio» a orillas del Mar Negro. El video ha sido visto más de 116 millones de veces en YouTube y obligó al presidente ruso a negar la acusación en persona.
A principios de abril, un tribunal ruso había condenado a dos años de prisión a un colaborador de Navalny empleado por la FBK, Pavel Zelensky, por la publicación de dos tuits criticando con virulencia a las autoridades.
Los locales de las organizaciones vinculadas a Navalny y los domicilios de sus colaboradores han sido allanados en varias ocasiones en los últimos años y la oposición ha denunciado hostigamientos judiciales destinados a silenciarlo.
Activista anticorrupción y enemigo jurado del Kremlin, Alexéi Navalny está preso en una colonia penal por un antiguo caso de fraude. El pasado viernes puso fin a una huelga de hambre de 24 días para protestar por las malas condiciones de detención debido al empeoramiento de su salud.