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El presidente estadounidense retirará las tropas de Afganistán el próximo 11 de septiembre. Una fecha que coincide con el 20 aniversario del ataque contra las torres gemelas, el motivo que alegó la Administración Bush para invadir el país. La guerra de Afganistán, que empezó oficialmente el 7 de octubre de 2001, es la más larga de la historia de Estados Unidos. Aliados europeos de la OTAN también sincronizarán su salida.
“La solución en Afganistán no es militar” asegura la Casa Blanca tras 20 años de guerra. Joe Biden retirará al Ejército estadounidense de una guerra que habrá durado 20 años y dejado cerca de 160.000 víctimas mortales, entre soldados y civiles, según la Universidad de Brown de Estados Unidos.
La ONG Save The Children cifra en al menos 26.000 los niños asesinados o mutilados solo en los últimos 14 años de guerra. El presidente de Estados Unidos ofrecerá más detalles del plan el próximo miércoles 14 de abril.
Un oficial de la Administración Biden aseguró a Reuters que Biden tomó la decisión de retirar las tropas basándose en el fracaso de la estrategia seguida en los últimos veinte años. El oficial relata que, según el presidente “la estrategia adoptada en las últimas dos décadas es la receta para quedarse en Afganistán para siempre”.
Actualmente quedan alrededor de 2.500 soldados estadounidenses en el país asiático, lejos de las 100.000 desplegados en 2011.
El mismo oficial del Gobierno estadounidense, en conversaciones con la agencia británica, aseguró que “no hay solución militar para Afganistán” y que Estados Unidos se centrará en el proceso de paz en marcha.
Francia, Alemania y Reino Unido sincronizarán la salida de sus tropas con Estados Unidos
Este miércoles 14 de abril, los ministros de Asuntos Exteriores británicos, alemanes, estadounidenses y un alto representante francés, se reunirán en Bruselas (Bélgica) para hablar de la salida conjunta de sus tropas de Afganistán.
El secretario de Estado de Estados Unidos, llegó a Bruselas en la mañana, para “consultar con sus aliados de la OTAN una serie de problemas claves con los que se enfrenta la alianza”, según reveló este tweet.
«Siempre lo hemos dicho: entramos juntos y salimos juntos. Soy partidaria de una retirada ordenada y asumo que así lo decidiremos hoy», dijo Annegret Kramp-Karrenbauer, ministra alemana de Defensa en la televisión pública alemana.
La ministra, agregó que “eso significaría que sincronizaremos nuestros planes con los de Estados Unidos”.
Perspectivas de diálogo en Estambul
La fecha elegida por el presidente estadounidense sobrepasará el límite de retirada pactado entre la Administración Trump y los talibanes: el 1 de mayo de este 2021. Aunque los talibanes amenazaron con retomar las hostilidades si Washington no se ceñía al acuerdo, fuentes de la Casa Blanca aseguran a Reuters que consideran que la fecha elegida no se aleja tanto de la pactada.
Turquía anunció el inicio, el próximo 24 de abril, de una cumbre de 10 días en Estambul, que contará con la presencia de Naciones Unidas y Qatar como mediadores entre los dos bandos afganos.
Sin embargo, el portavoz de los talibanes, Mohammad Naeem, aseguró que “nuestras discusiones internas -sobre la asistencia a la cumbre- todavía no han concluido. No puede fijarse una fecha hasta entonces”, según recoge Reuters.
Guerra contra el terror
Las discusiones en Turquía llegan veinte años después de la invasión estadounidense de Afganistán contra los talibanes, que fue justificada por la Administración de George W. Bush tras el ataque a las torres gemelas de Nueva York. Una ofensiva bélica que precedió a la invasión de Irak, bajo el mismo lema de “guerra contra el terror” y con el argumento, que se probó falso, de la posesión de armas químicas por parte de Sadam Hussein.
Esta “guerra contra el terror” generó más terror a nivel internacional, tal y como apuntan distintos expertos, como Jordi Calvo del Centro Delàs de Estudios por la Paz de España. Las invasiones de Afganistán e Irak provocaron la desestabilización de la región que, entre otras cosas, generó la aparición del autodenominado Estado Islámico.
En el mismo marco estratégico, simultáneamente a la invasión de Afganistán e Irak, las políticas implementadas por Washington en términos de Homeland Security (seguridad interior) como la US Patriot Act, marcaron un futuro de vigilancia masiva que se ha convertido en un presente irrevocable.