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El viceministro de Exteriores iraní y principal negociador en el asunto del tratado nuclear, Abás Araqchí, informó este martes en Viena a los medios estatales iraníes que el país comenzará a enriquecer uranio con una pureza del 60% tras el sabotaje a la planta de Natanz. Araqchí confirmó que informó de este nuevo paso al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
Prosiguen las respuestas por parte de Irán al sabotaje que sufrió el pasado domingo 11 de abril la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, la mayor del país, de la que los persas culpan a Israel.
Este martes, el viceministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, confirmó que su país comenzará a enriquecer uranio al 60% en represalia a lo que su Gobierno calificó como “terrorismo nuclear”.
El anuncio tuvo lugar en Viena, a donde Araqchí llegó este mismo martes para formar parte de las negociaciones nucleares que intentan que Estados Unidos e Irán vuelvan al Acuerdo nuclear de 2015 que fue abandonado de manera unilateral por la Administración del expresidente estadounidense Donald Trump.
Irán instalará “otras 1.000 centrifugadoras” en sus plantas nucleares
Allí Araqchí anunció también que su país instalará “otras 1.000 centrifugadoras con un 50 % más de capacidad” además de reparar las dañadas tras el corte eléctrico en la planta de Natanz. Igualmente confirmó que el Organismo Internacional de la Energía atómica ya había sido informado de este movimiento del gobierno de los ayatolah.
La agencia de noticias Fars se hizo eco asimismo de las declaraciones del portavoz de la agencia nuclear iraní, Behrouz Kamalvandi. “A partir de esta noche, preparativos prácticos para el 60% de enriquecimiento de Natanz comenzarán; 60% de uranio se utiliza para hacer una variedad de radiofármacos”, afirmó.
El Acuerdo había limitado el nivel de pureza al que Irán puede enriquecer el hexafluoruro de uranio al 3,67%. De este modo, Irán se acerca al 90% de enriquecimiento necesario para obtener la bomba atómica, un fin que, sin embargo, los iraníes han negado que estén persiguiendo y que se puede entender como una medida de presión ante las negociaciones en curso.
Por su parte, el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, advirtió también este martes a Israel de que ha hecho «una muy mala apuesta si pensaba que el ataque debilitaría la mano de Irán en las conversaciones nucleares». «Por el contrario, reforzará nuestra posición», insistió
Lavrov, jefe de la diplomacia rusa, de visita en Irán
Estas declaraciones se dieron en el marco de la visita del ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov a Irán, quién expresó su esperanza de que «sea posible preservar» el acuerdo nuclear. Lavrov informó que su homólogo iraní le transmitió la voluntad de la República Islámica de volver al acuerdo “si Washington vuelve a cumplir con el tratado que abandonó».
«Nosotros no tenemos ningún problema en volver a cumplir con nuestras obligaciones del JCPOA (siglas en inglés del pacto), pero los estadounidenses deben saber que ni las sanciones ni los actos de sabotaje son buenas herramientas para negociar y que estas acciones solo harán la situación más difícil para ellos», había asegurado anteriormente Mohamad Yavad Zarif.
La Casa Blanca, sin embargo, aseguró durante la jornada del lunes que no tenía nada que ver con el ataque perpetrado contra la planta nuclear de Natanz. A la par, la Unión Europea decidió sancionar a ocho funcionarios y tres entidades iraníes por violación de los derechos humanos.
Zarif recordó este marte que su gobierno está barajando «la posibilidad de imponer sanciones a los europeos que estuvieron involucrados en este acto ilegal». Lavrov, por su parte instó a la UE a comprender que «tales acciones son inaceptables” y a que “tomen medidas para no permitir que se descarrilen las conversaciones».
Habrá que esperar al conocer el curso de las negociaciones en Viena para ver hasta qué punto esta nueva escalada de tensión podrá influenciar el futuro del acuerdo nuclear entre las principales potencias en la materia.