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Prohibir las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad.
Es una de las demandas al Congreso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aunque es improbable que su iniciativa consiga pasar el rodillo republicano en el Senado.
«La violencia con armas en este país es una epidemia. Permítanme decirlo de nuevo: «La violencia armada en este país es una epidemia. Y es una vergüenza internacional», ha dicho Biden.
Cada día mueren 106 personas por armas de fuego en Estados Unidos, pero en 20 años el país no ha sido capaz de imponer un control de armas frente a la violencia que desatan.
«También deberíamos prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad en este país. Durante los diez años que lo hicimos, el número de tiroteos masivos realmente bajo. Incluso los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley me han dicho y han dicho a otros defensores de esta legislación, que a veces se sienten superados por las armas de asalto de los cargadores de gran capacidad», ha añadido el presidente estadounidense.
Frente a la inacción de los legisladores, el presidente ha anunciado este jueves varios decretos para avanzar de forma unilateral ante este problema, aunque insistió en que no se rendirá en su presión al Congreso, para que apruebe reformas de mayor calado.
Bien también pretende frenar la proliferación de armas de fabricación casera, las llamadas «ghost guns»hechas de ensamblar piezas difíciles de rastrear para las autoridades porque carecen de número de serie.
Fuente EuroNews
